miércoles, junio 23, 2010

Criptografía clásica. Cifrados de basura en medio

    Sir Francis Bacon ya propuso en su día que el texto cifrado no debería ser sospechoso, que debería tener una apariencia inocente. Este método hace uso de este consejo y para cifrar un mensaje le introduce una serie de caracteres basura que son irrelevantes y que no hacen más que esconder el verdadero mensaje y despistar a un posible interceptor del mismo. Las letras que se introducen no son aleatorias, se trata de obtener un mensaje inocente y que parezca que no está cifrado.

Richelieu usaba una hoja de cartón con agujeros. Sólo las letras del mensaje visibles al cubrirlo con esta plantilla eran las que formaban el mensaje original. Una plantilla era algo parecido a lo siguiente:


Con esta plantilla, que debían poseer el emisor y el receptor para entender el mensaje correctamente, se podía enviar un mensaje tan amoroso como el siguiente:


Que una vez interpretado correctamente no era tan amoroso como se imaginaba en un principio:


Como podemos observar usando la plantilla, el mensaje que aparece es la terrible orden MATALO MAÑANA, que de amorosa tiene más bien poco.

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